viernes, 16 de noviembre de 2007

¿AGRESIÒN POLICIAL O AFICIONADOS DESENFRENADOS?

¿AGRESIÒN POLICIAL O AFICIONADOS DESENFRENADOS?

Gabriel Sandri, un joven seguidor del Lazio, murió en un enfrentamiento entre aficionados de fútbol tras recibir un disparo por parte de un policía que intentaba terminar la pelea en un área de servicio en la autopista A1, cerca de la localidad de Arezzo. Este trágico acontecimiento obligó a que se suspendiera el partido Inter – Lazio. Minutos más tarde, el Atalanta – Milán tuvo que ser aplazado por la presión de los aficionados locales.

Hay varias versiones que se han comentado de este acontecimiento, pero la versión más objetiva indica que todo comenzó cuando varios aficionados comenzaron a discutir y a pelear en el área de descanso del autopista A1 a su paso por la ciudad de Arezzo, punto de paso entre Roma y Milán y entre Parma y Turín. Casualmente, aficionados del Lazio, que jugaba en Milán contra el Inter, y la Juventud, que lo hace ante el Parma, coincidieron en el lugar y tras increparse e insultarse, dio comienzo la batalla campal, que acabó de una manera fatal.

En este momento, ya prendido el ánimo, la policía intervino para resolver la situación y en su intento, uno de los agentes disparó al aire para frenar el tumulto y separar a ambos contrincantes. Sin embargo, uno de los disparos finalizó alcanzando al joven aficionado Gabriel, que de inmediato murió.

Después de lo ocurrido, se han suscitado protestas y se ha relacionado este acontecimiento con lo sucedido anteriormente en campales que se han provocado en varios partidos de fútbol. Pero hay quienes dicen lo contrario, como el hermano del joven asesinado, Cristiano Sandri, en rueda de prensa, lo ha afirmado, diciendo: “Mi hermano ha sido asesinado, lo mataron en un área de servicio, esto con el fútbol, no tiene nada que ver… hemos querido esta rueda de prensa para hacer las puntualizaciones respeto a lo que ha sucedido sobre el triste caso en el cual ha estado implicado mi hermano Gabriel. Hemos sentido la necesidad de hacer las precisiones por lo que ha estado escrito y visto en la televisión en estos días. Yo desde el inicio he dicho que no se instrumentalize este hecho, el fútbol, la afición violenta con la muerte de Gabriel no tienen nada que ver”.

Es importante tener en cuenta el testimonio del policía que ha afirmado, no sólo en prensa, sino también en un programa de televisión que no lo hizo con la intención, que lo buscado era calmar el conflicto que se estaba provocando: “"No apuntaba a nadie. Estaba al menos a 200 metros, ¿cómo habría podido? El primer disparo lo lancé al aire y el segundo salió cuando estaba corriendo. Estoy hundido", declaró, según el diario italiano. "De este modo he destruido dos familias, la de ese chico y la mía", añadió.

Sin duda, que estos acontecimientos, aunque sean, en cierta manera, “independientes” han llevado, tanto al cuero policial, como al comité organizador del torneo de fútbol a hacer una reflexión seria sobre lo ocurrido, no sólo el domingo pasado, sino también en los disturbios que se provocan en los encuentros futbolísticos, en ocasiones, por parte de los aficionados, pero sobre todo, las agresiones que han manifestado los ultra.


No sólo para la ciudad de Roma, sino para toda la nación italiana esta serie de acontecimientos tendrá que llevarlos a analizar y sobre todo a actuar con medidas más eficaces que llevan a esta nación a provocar, sobre todo en la juventud, una mejor convivencia entre sus habitantes.

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