lunes, 29 de octubre de 2007

498 MÁRTIRES DE ESPAÑA, UN REGALO PARA LA IGLESIA

Han sido proclamados beatos 498 mártires españoles, que dieron su vida durante la persecución religiosa. Entre ellos encontramos a 2 mexicanos (José María Escoto y Luciano Hernández), 2 franceses y un cubano. La celebración eucarística ha sido presidida por el Cardenal José Saraiva Martins (Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos), a nombre del Papa, Benedicto XVI. Tal celebración, tuvo lugar en la Plaza de San Pedro.

Al inicio de la Santa Misa, después del canto del “Kirie”, dio inicio el acto de Beatificación, el Cardenal Antonio María Ruoco Varela (a cuya arquidiócesis pertenece el mayor número de estos mártires), acompañado por los Sres. Obispos y postuladores de las causas, se acercaron al altar, y así, los Sres. Obispos enumeraron la causa de Beatificación de sus diócesis: Barcelona, Burgos, Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Mérida – Badajoz, Madrid, Oviedo, Jaén, Santander, Cartagena, Girona.

Al finalizar tan impresionante elenco de los Siervos de Dios, el Cardenal Ruoco Varela concluyó la súplica de Beatificación, mencionando los rasgos comunes de estos nuevos mártires. Diciendo que fueron hombres y mujeres de fe y oración, particularmente centrados en la Eucaristía, y en la devoción a la Santísima Virgen. Mencionó que aún en el cautiverio, participaban en la Santa Misa, comulgaban e invocaban a María con el rezo del Rosario. Y siendo testigos valientes, rechazaron las propuestas que significaban minusvalorar o renunciar a su identidad cristiana. Fueron fuertes cuando eran maltratados y torturados y a la hora del sacrificio, mostraron serenidad y profunda paz, alabaron a Dios y proclamaron a Cristo como el único Señor.

Después de que el cardenal mencionó tan admirables virtudes, el Celebrante, representante del Papa, el Cardenal José Saraiva Martins, dio lectura a la carta Apostólica, en la cual el Papa declara que, en adelante se llamen con el nombre de Beatos a estos hombres y mujeres que en España, durante el siglo XX, derramaron su sangre por dar testimonio del Evangelio de Jesucristo. Indicando al final que su fiesta podrá celebrarse anualmente el día 6 de Noviembre en los lugares y modos establecidos por el derecho.

En este momento, a la voz de la aclamación “Christus Vincit”, “Christus Regnat”, “Christus imperat”, se descubrió la gigantografía y todos los fieles en la plaza San Pedro, comenzaron a aplaudir, expresando la gran alegría de tener entre nosotros a estos grandes ejemplos de vida cristiana, 498 mártires, ahora Beatos.

Importante mencionar que, durante la homilía, el Cardenal Saraiva Martins, motivó a los peregrinos españoles, y a todos los presentes a defender sus convicciones, remarcando sobre todo, la dignidad de la persona, en especial, la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, sobre la familia, la cual se funda en el matrimonio “indisoluble entre un hombre y una mujer”, y sobre el derecho y el deber primario de los padres, en cuanto se refiere a la educación de los hijos. Y finalmente invitó a todos los presentes a no contentarse simplemente con celebrar la memoria de los mártires, sino, vivir conscientemente de la propia llamada a la santidad, sin caer en un cristianismo vivido tibiamente.

Al concluir la celebración eucarística, pasados pocos minutos, todos los presentes esperaron con gran gozo, la hora del mediodía, que como es costumbre, domingo con domingo, Su Santidad, el Papa Benedicto XVI, sale por la ventana de su estudio para rezar el Angelus, y que también en este día de una manera especial, dirigiría unas palabras con ocasión de la beatificación de este gran número de mártires. A propósito, el Papa propuso el ejemplo de los mártires, quienes con sus palabras y gestos de erdón hacia sus perseguidores, nos impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, , la reconciliación y la convivencia pacífica.

También dijo que , además de la sangre, existe otro tipo de martirio incruento, que no es menos significativo y que es el llamada “martirio de la vida ordinaria”, especialmente presente hoy en día, en que los cristianos deben hacer frente cotidianamente a una sociedad “secularizada”. Con aplausos y gritos de alegría, el Papa dio la Bendición a todos los presentes.

Se trata de la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia. Según ha indicado la Conferencia Episcopal Española (CEE), durante la Guerra Civil (española), fueron martirizadas unas 10.000 personas, la gran mayoría sacerdotes y religiosas, de las cuales están ya en marcha los procesos de otros 2.000 casos.


Marcos Cortés Muñiz.

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